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Campaña de prevención de la violencia ejercida por adolescentes y jóvenes en sus familias y entre iguales
Decídete
La violencia no puede servir para que nuestras hijas e hijos consigan lo que quieran.
No dejes que sea algo habitual, que usen la violencia cada día.
Si no sabes que hacer, infórmate y pide ayuda.
Violencia
Violencia es el uso de la fuerza contra uno mismo o contra otras personas.
La violencia es también la amenaza y los insultos.
La violencia causa heridas y lesiones.
Puede causar la muerte.
La violencia puede dañar la mente de las personas.
Violencia en la familia
Violencia filio parental es cuando los adolescentes y las jóvenes usan violencia contra sus madres, padres, o cuidadores.
En 2023 hubo en España 4.416 casos de hijos e hijas que usaron la violencia contra su madre o su padre.
En Extremadura fueron 98 casos.
Violencia entre iguales
Violencia entre iguales es la que usa una persona joven o adolescente contra otra.
Puede suceder en el colegio.
También en el instituto y en la calle.
Los jóvenes y las jóvenes violentas usan también las nuevas tecnologías y las redes sociales para dañar a sus víctimas.
Esto sucede cada vez más.
Violencia física
Violencia física son los actos hechos para causar daño y dolor físico.
Son los golpes, las patadas, el daño a cosas de las personas.
Violencia psicológica
Violencia psicológica es hablar con amenazas y malos modos para asustar, manipular o dañar a una persona.
Son insultos, amenazas, chantajes, habladurías.
Violencia sexual
Violencia sexual es forzar a otra persona a tener relaciones sin que ella quiera.
Es tocar a la otra persona sin que ella quiera.
Es difundir fotos o videos sexuales de otra persona sin que ella quiera.
La violencia en la familia
Es doloroso tener hijos o hijas que usan la violencia, pero más doloroso es cuando esa violencia la vuelven contra nosotros mismos.
Son cada vez más las jóvenes y los adolescentes que usan la violencia contra su madre o su padre.
Es lo que se llama violencia filio parental.
La violencia de estas chicas y chicos no aparece de repente.
Suelen empezar con insultos contra su padre o madre.
Pasan luego a lanzarles amenazas y a romper objetos.
Y acaban con golpes y agresiones cada vez más fuertes.
Pueden pasar años desde que las chicas y chicos usan la violencia hasta que la familia se ve perjudicada por completo.
El resto de parientes no suele saber que la familia padece esta violencia.
Las madres o padres muy pocas veces denuncian a sus hijas o hijos.
Muy pocos casos de violencia contra las madres o padres llegan a conocerse fuera de la familia.
La gente, los vecinos lo descubren cuando la violencia ya es muy grave y no se puede esconder.
Cada madre y cada padre padece la violencia de diferente manera.
Los sentimientos de las madres y padres cambian según su forma de ser y la situación que están viviendo.
Estos sentimientos son:
- Negación. No querer ver que la vida en familia está bajo el miedo y la amenaza constante.
Pensar que las cosas pueden cambiar, que el paso del tiempo traerá paz a la familia.
Disculpar al chico o la chica que agrede y creer que si se le da lo que quiere dejará de ser violento. - Miedo. Vivir con miedo, tener sensación de inseguridad en tu propia casa.
Las víctimas pueden sentir ansiedad.
No quieren regresar a casa tras el trabajo.
No quieren salir de la habitación para evitar verse con el hijo o la hija. - Vergüenza y humillación. El padre o la madre se sienten fracasados y avergonzadas al pensar que han educado mal a su hija o su hijo.
Piensan que es su culpa que se porten de manera violenta. - Tristeza. Es la pena porque no saben que les pasa a su hija o hijo y cómo ayudarle.
Es la pena porque tu hija o tu hijo llegan a darte miedo. - Estrés. Todo son discusiones en casa.
No somos capaces de controlar lo que pasa y las reacciones a lo que sucede no son normales.
Aumenta nuestra ansiedad y nos sentimos nerviosos e inseguros
Cualquier familia puede sufrir la violencia de las hijas o hijos contra sus madres o padres.
La puede sufrir una familia de cualquier región, de cualquier ciudad o pueblo, una familia rica y una pobre.
Puede pasarle a una familia con estudios y también a otra que no los tenga.
Señales
- Nuestras hijas e hijos se pelean para ver quién manda en casa.
- Discuten, se enfadan y gritan muy a menudo.
- Rompen las normas de la convivencia.
- El adolescente o la joven están irritables. No controlan sus impulsos ni sus emociones.
- No siente empatía ni es capaz de ponerse en el lugar de la otra persona.
- No siente remordimientos ni arrepentimientos.
- El joven o la adolescente nos desafía, grita y amenaza todos los días.
- Escupe, golpea, tira cosas, rompe cosas.
- Amenaza con escaparse de casa o con hacerse daño.
- Hace chantaje emocional para conseguir ropa nueva, o para llegar más tarde a casa.
- Desaparecen el dinero u objetos de valor para la familia.
- Nos dan miedo sus reacciones y evitamos enfadarle.
La violencia entre niñas, niños y jóvenes
Siempre ha habido niñas, niños y jóvenes que han usado la violencia contra otros.
Muchos de estos casos suceden en colegios e institutos.
La sociedad está ahora más preocupada por este tipo de violencia.
Las personas estudiosas definen así este tipo de violencia:
Es cuando una alumna o alumno persigue a otra u otro, a quien elige como víctima de repetidos ataques.
La víctima tiene muy dificil librarse por si sola de lo que está sufriendo.
Algunas niñas y niños utilizan las nuevas tecnologías para usar la violencia.
Es lo que se conoce como el ciberacoso.
Quienes usan esta violencia se portan así:
- Insultan, ofenden y empean la violencia física contra la víctima.
- Intentan separar de los demás y dejar sola a la víctima.
- Acosan al compañero o compañera, la molestan o pegan en clase y en el recreo.
- Acosan por las redes sociales a quienes molestan.
Muchas víctimas no cuentan a sus madres o padres lo que están sufriendo.
Superar esta situación es posible.
Podemos ayudar a las víctimas haciendo esto:
- Intentar detectar el acoso cuando empieza.
- Debemos preparar a las niñas y niños para sepan pedir ayuda a tiempo.
- Es necesario enseñar a las hijas e hijos a respetar a los demás.
- Debemos explicarles que todas las personas somos iguales en derechos.
- La familia es esencial para enseñarles que todas las personas vivimos juntas en sociedad.
La escalada de la violencia
Señales de alerta
- El agresor tiene más poder que la víctima.
- El agresor domina y manda sobre la víctima.
- El acoso está planeado para hacer daño a la víctima.
Conoce nuestra guía para madres y padres
Guía para la prevención de la violencia ejercida por jóvenes en sus familias y entre iguales
Actúa
Si estamos ante las primeras conductas violentas, pidamos consejo y apoyo a los servicios sociales.
Los servicios sociales nos podrán orientar y ponernos en contacto con personas expertas para atender lo que nos pasa.
Acudamos a la policia si la violencia no disminuye, si va a más, si tememos por nuestra salud.
Avisemos a las autoridades si otras niñas o niños están en peligro.
La solución puede venir con la policía o el juez.
Ideas
Cómo educo a mis hijos e hijas
para que no usen la violencia
Educa con cariño, pero con disciplina a tus hijas e hijos.
Tus hijas e hijos aprenderán así a tratar con las demás personas.
Sabrán respetar y ser respetados.
Las madres y padres pueden permitir o prohibir cosas.
Dar ejemplo es lo mejor para educar a las hijas e hijos.
Debemos hacer las cosas como queremos que ellas y ellos las hagan.
Poner cariño y buena intención en lo que hacemos mejora la relación familiar.
Hablar mucho y buscar soluciones todos juntos también ayuda.
Dales confianza a tus hijas o hijos adolescentes.
Hazles sentir que pueden hablarte de todo:
de lo bueno y de lo malo
de sus alegrías y tristezas
de sus miedos o esperanzas.
Las personas adultas debemos hacerles sentir que son lo más importante en nuestras vidas.
Que estamos para todo lo que les preocupe.
Pon límites claros y justos en la vida común de la familia.
Intenta no ceder a sus enfados o formas violentas.
Si logran lo que quieren, intentarán amenazarte siempre.
El castigo debe estar equilibrado con la falta.
Debe durar solo lo justo.
Alaba a tus hijas e hijos cuando se portan bien.
Valora sus esfuerzos.
Enseña a tus hijas e hijos que todo lo que hacemos puede afectar a las demás personas.
Que debemos responder por lo que hagamos.
Y si hacemos algo mal, debemos admitirlo y hacerlo mejor la próxima vez.
Interésate por las cosas que le gustan a tus hijas e hijos.
Escúchales con interes y pasa más tiempo con ellos.
Enséñales a ponerse en el lugar de las otras personas.
A respetarlas y a compartir sus alegrías o sus tristezas.
Dales muestras de cariño.
Eso les hará sentirse mejor y más cerca de su madre o su padre.
Es muy importante saber esto:
¡Esto le ocurre a más familias!
Cualquier familia puede sufrir la violencia de las hijas o hijos contra sus madres o padres.
La puede sufrir una familia de cualquier región, de cualquier ciudad o pueblo, una familia rica y una pobre.
Puede pasarle a una familia con estudios y también a otra que no los tenga.
Podemos ayudarte.
Cuéntanos qué le ocurre a tu familia
Campaña de prevención de la violencia ejercida por jóvenes y adolescentes en sus familias y entre iguales
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